Cuando estar bien a secas no te hace feliz

Muchas veces creemos que el psicólogo es solo para las personas que tienen problemas serios de salud mental, pero lo cierto es que la salud mental es bien amplia y que sin ella todo nuestro organismo (físico y emocional también) se ven afectados. No es necesario tener un problema grave para sentirse mal, decaído, triste o apático. Así como no es necesario tener un problema grave para querer mejorar o potenciar el bienestar en ciertos ámbitos de tu vida en los que, aunque te sientes bien, no terminas de sentirte lleno o pletórico.

Así pues, uno puede acudir a consulta por un trastorno mental altamente incapacitante, o bien por dificultades emocionales o de otra índole menos llamativas y que pasan fácilmente desapercibido, pero que generan malestar en la vida cotidiana como por ejemplo la mala regulación emocional. Del mismo modo, uno puede visitar al psicólogo porque, aunque está y se encuentra bien, quiere mejorar ciertos aspectos de su vida como la relación de pareja, la relación con sus hijos, etc. O mejorar aspectos de la relación consigo mismo.

Está claro que el psicólogo no te va a dar los consejos que te daría tu vecino/a, sino que, al estar especializado, te va a dar importantes claves que potencien y multipliquen tu bienestar, ya sea porque te encuentres en medio de una crisis o porque quieras ampliar el estado de gozo y salud que ya posees.

Un ámbito que usualmente damos por sentado que es relativamente “bueno”por no decir “mediocre”, pues nos conformamos a veces con estar bien a secas, es el aspecto de la Salud Física. Todos, en algún momento, nos sentimos bien físicamente, es decir, no tenemos enfermedades graves como un tumor, o una enfermedad “crónica”. Sin embargo, la mayoría de las personas tienen pequeños “achaques” físicos como el clásico dolor de cabeza, las contracturas musculares, el cansancio crónico o la debilidad en el sistema inmunológico.

A mis clientes siempre les digo: ¡no te conformes!, ¡siempre puedes estar mejor! Y es bien cierto, ya que, aunque clásicamente se cree que no, la unión entre el cuerpo y la mente es profunda y real, de forma que el estado emocional afecta a nivel físico causando dolor y enfermedad si es te es negativo y persistente.

La emoción afecta al cuerpo y, por lo tanto el cuerpo puede ser mejorado y sanado si corregimos el estado emocional y limpiamos las emociones crónicas que generan el malestar en el cuerpo. Esta es solo una de las cosas que un psicólogo puede ayudarte a conseguir.

Siempre puedes estar mejor, ¿te animas?

Con amor,
Patricia.

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