TRES CLAVES PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

En estos días se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y me gustaría contribuir con mi granito de arena a aliviar el corazón de las personas que están pasando por circunstancias emocionales tan complicadas.

Lo cierto es que existe un gran estigma entorno a este asunto sobre el que muchos hemos pensado en momento difíciles, pero que pocos reconocen haberse planteado o incluso haberlo intentado alguna vez.

La persona que busca o que piensa en suicidarse normalmente carece de esperanza sobre su propia recuperación, sentirse bien o darle un sentido a su vida. Suele encontrarse en un callejón sin salida donde, entre la espada y la pared, no puede ir ni hacia delante ni hacia atrás; una sensación terrible de constricción, no deseable ni para el peor de los enemigos.

A nivel psicológico, solemos llegar a este punto por muy diversas razones y temas (sentimentales, laborales, económicos, de salud…), pero hay algo que suele subyacer bajo cualquier temática. Llegamos a este punto porque una parte de nosotros rechaza una nueva forma de vida, un cambio en algún área de la existencia que necesita urgentemente renovación para entrar en una mayor sintonía con las necesidades verdaderas del ser: una ruptura sentimental para abrirnos a una relación más en sintonía con nuestro camino evolutivo, un cambio a nivel laboral que nos abra a experimentar una mayor plenitud y sentido en nuestras vidas, etc.

Cuando negamos el cambio necesario, nos quedan únicamente dos opciones: seguir soportando el dolor que nos produce el actual estado de cosas (que suele aumentar conforme pasa el tiempo hasta volverse completamente insoportable, que es cuando suele ocurrir el suicidio), o dejar de existir, forma en la que nuestras dificultades desaparecerían al mismo tiempo, supuestamente.

Antes de llegar a esta encrucijada mortal y soportar la extrema presión instrapsíquica que supone no abrirse al cambio, se hace necesario trabajar sobre tres puntos fundamentales para prevenir el terrible suceso:

 

AFRONTAR EL MIEDO A LA PÉRDIDA Y AL CAMBIO

•               No huir de las emociones desagradables que produce tan solo la idea de dejar atrás nuestra antigua forma de vida en cualquiera que sea el ámbito en cuestión.

•               Cuanto más huyes de estas sensaciones, más grande es la presión que te conduce, para bien, al cambio que es necesario afrontar.

•               Pide ayuda si es necesario. Buscar contención emocional y apoyo es fundamental, ¡no te lo calles!

 

RECUPERACIÓN DEL PODER PERSONAL

•               Recuerda que tú eres dueño/a de tu vida y que tú la creas en función de tus pensamientos y emociones. Por lo tanto, tú tienes el poder de cambiarla a voluntad. ¡Tienes el mando y la capacidad de crear cualquier cosa que desees! Sí, aunque ahora te parezca imposible.

 

ESPERANZA EN QUE UNA VIDA MEJOR ES POSIBLE, que indudablemente nos conduce a….

•               el salto de fe que puede ser impulsado por algunas preguntas mágicas como: ¿Qué te mantiene apegado/a a la vida?, ¿Si no tuvieras miedo, qué estarías haciendo ahora?. Si tuvieras una varita mágica y todo fuera posible (que lo es), ¿Cómo quisieras que fuera tu vida?, ¿Qué cosas te hacen/te hacían sentir que merece la pena vivir?

Deseando que estas breves claves te den luz en este momento de oscuridad, te envío mis mejores deseos de recuperación y esperanza.

Con amor,

Patricia

 

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Artículo publicado en la revista virtual “Madre Tierra”. Puedes ver más sobre esta publicación aquí: https://madretierraonline.com/prevencion-suicidio