Cómo privarte de lo que necesitas es pernicioso para tu salud

El tema económico referido a los servicios que se encargan del bienestar de otros usualmente suele ser un tema tabú porque se supone que un profesional que tiene como vocación ayudar a otros debería hacerlo de forma desinteresada. Estas son ideas clásicas que pueden llegar a ser muy limitantes tanto para el paciente como para el profesional, dado que, normalmente, sin inversión no hay resultados y el mismo hecho de invertir genera numerosos beneficios. Hoy quiero traerte una visión diferente sobre este asunto que va más allá del juicio sobre lo caro y lo barato.

En todos estos años trabajando con personas, he tenido la posibilidad de ver muchos casos en los que muchos de nosotros nos apartamos de aquello que nos haría bien usando la excusa del dinero. Sabemos perfectamente que hay algo que necesitamos urgentemente, como es el caso de la terapia, porque nuestra vida comienza a tambalearse fuertemente y el malestar es grande, sin embargo, en muchas ocasiones preferimos dejarlo para más tarde. Hablo de esto, porque también me ha pasado a mi y sé lo duro que es. En los momentos de grave crisis, es muy fácil dejarse llevar por la desconfianza y condenarse a uno mismo a hacerlo todo solo, con los retrasos y las pérdidas tanto energéticas como de tiempo que esto pueda conllevar. Uno se vuelve terco y tiene miedo a no tener suficiente, pues la negatividad lo abarca todo.

Durante años había probado la misma idéntica estrategia en la que no invertir en mi era el lema principal, obteniendo escasos resultados. Poco a poco, gracias a las crisis internas que todos alguna vez tenemos, fui obligada a descubrir los beneficios de invertir en mi, de pedir ayuda y de permitirme aquello que necesito. Pero yo no quiero que tú que lees esto llegues al punto de estar tan mal y perdido que solo a la fuerza pidas ayuda. Tu evolución puede ser mucho más fácil y rápida si confías y te entregas a alguien que sepa ayudarte, por eso te cuento todo esto.

Fue en ese momento que descubrí que el dinero es una enorme herramienta de autocuidado sin cuya inversión la transformación que puedas obtener es siempre inferior a la que necesitas, dado que el nivel de compromiso es directamente proporcional al coste, a menos que la persona sea muy consciente del valor de lo que se ofrece. En muchas ocasiones me he visto con poco dinero en la cuenta bancaria y aún así he realizado la inversión pertinente y siempre, SIEMPRE, he recibido lo que necesitaba para mi sustento y bienestar, ganando muchísima confianza en mi misma y en la vida. La escasez es una idea limitante e irreal pues el mundo continuamente nos muestra la abundancia de la vida con el solo hecho de ofrecernos la posibilidad de estar vivos.

Quiero hablarte de lo que se esconde detrás de la resistencia a invertir en ti. Se trata de una falta de merecimiento, y por tanto de autoestima y autoamor. Cada vez que alguien me dice que ahora mismo no tiene dinero, automáticamente lo traduzco de la siguiente manera: o bien, realmente está cómodo/a en su situación y no quiere cambiar pero se autoengaña a sí mismo con esta excusa, o bien se ama tan poco a sí mismo/a que se aleja inconscientemente de aquello que le sería beneficioso. Ambas estrategias son inconscientes y son mecanismos del ego para mantenernos alejados de nuestra mejor versión.

Así que si la excusa del dinero es bien frecuente en ti, por favor, revísatelo y comienza a hacer todo lo contrario. Esto no quiere decir que ahora te conviertas en una persona derrochadora, quiere decir que valores qué es aquello que te interesa o deseas y te des el permiso de ofrecértelo. Descubrirás cuan sanadora es esta acción tanto para tu salud física, mental y emocional como para tu economía. Descubrirás la magia de invertir y que la vida conspire para devolvértelo multiplicado, porque siempre funciona así, solo si das puedes recibir: cuanto más inviertes en ti, mejor estás; cuanto más inviertes en ti, mejor es tu vida; cuanto más inviertes en ti, más te amas; cuanto más inviertes en ti, más fluye tu economía y más se sanea; cuanto más inviertes en ti, más confías en ti mismo y en la vida.

El dinero es una herramienta para lograr nuestros fines, que no es solo comprar y conseguir objetos o servicios, sino lograr muchos otros beneficios secundarios como los que ya he descrito anteriormente. ¿Te animas? Simplemente prueba.

Si quieres profundizar en este y otros temas, te invito a que solicites una consulta privada de 60 minutos en la que podremos tratar cualquier tema que te interese y sobrepasar cualquier obstáculo que tengas ahora mismo en tu vida. Puedes contactarme llamando por teléfono al 673039572, o rellenando el siguiente formulario.

Con amor,

Patricia.

Imagen: Fortuna, Symbolon.